Salarios y pensiones congelados complican la cuesta de
La cuesta de enero va a ser este año 2011 especialmente complicada para la mayoría de los ciudadanos españoles, no ya solo por las tradicionales subidas de precios de la luz, el transporte, los peajes y un largo etcétera, con los que se estrena el año, sino sobre todo porque la mayoría de los trabajadores y pensionistas tendrán que enfrentarse a estos mayores pagos con unos ingresos congelados y en algunos casos hasta recortados.
Este es el caso de más de cinco millones de pensionistas a los que se les ha congelado la prestación. Eso sí, al menos recibirán una paga en enero para compensarles por la desviación del IPC del año que ahora concluye. Y también notarán una subida del 1,3% en su pensión mensual a partir del próximo mes para recuperar el poder adquisitivo perdido en 2010.
Las pensiones más bajas —las mínimas y las no contributivas— suben un 1%, a lo que sumarán otro 1,3% por la desviación del IPC.
Otros casi tres millones de empleados públicos verán congelados sus sueldos este próximo año 2011, después del recorte sufrido en este ejercicio, un 5% de media.
Y muchos trabajadores por cuenta ajena volverán a sufrir congelación en sus sueldos, y en muchos casos incluso descensos.
Peor lo pasarán todavía los desempleados. El Gobierno ya ha anunciado que el próximo mes de febrero no renovará la ayuda de 426 euros a aquellos parados que agoten su prestación, un grupo que tras dos años de crisis, se prevé bastante numeroso.
El ajuste y la necesidad de reducir el déficit público ha llevado al Ejecutivo a poner fin también al cheque bebé. Las madres de todos los niños que nazcan a partir del 1 de enero ya no recibirán el cheque de 2.500 euros que venían percibiendo las familias de los recién nacidos desde mediados de 2007.
Subidas fiscales
Las subidas de impuestos previstas para este año 2011 afectan, fundamentalmente, a las rentas más altas. No obstante, en la medida en que no se han actualizado las tarifas del IRPF conforme al IPC, todos los ciudadanos que tengan algún incremento en sus rentas el próximo año —aunque sean solo subidas conforme a la inflación— pagarán más impuesto sobre la renta.
Además, el Gobierno ha aprobado la creación de dos nuevos tramos en el IRPF para las rentas más elevadas. El primer tramo afectará a las rentas brutas anuales superiores a 120.000 euros, que tributarán al tipo marginal del 44% —en lugar del actual tipo máximo del 43%— y el segundo tramo, para las rentas superiores a 175.000 euros, que tributarán al tipo marginal del 45%.
Esto supondrá que un contribuyente con unas rentas del trabajo de 150.000 euros soportará una subida fiscal de 300 euros al año, es decir, 25 euros al mes. Si los ingresos fueran de 200.000 euros, pagará 1.050 euros más cada año, es decir, 87,5 euros cada mes.
Según los cálculos del Ministerio de Economía, esta subida fiscal afectará a unos 100.000 contribuyentes, 135.000 según las últimas estadísticas tributarias, y el Estado espera recaudar entre 170 y 200 millones de euros. Pero a esta subida fiscal que aprobará el Gobierno central hay que sumar las ya anunciadas por algunas comunidades autónomas —como Cataluña, Andalucía, Extremadura, Baleares, Asturias y Cantabria—.
La Junta de Castilla y León negó ayer a este diario ayer que vaya a subir el tramo autonómico del tributo, como habían comentado a ABC fuentes del Ministerio de Hacienda. Tampoco prevé hacerlo, por el momento, y pese a sus deterioradas cuentas públicas, Castilla-La Mancha, que junto con Aragón, son las únicas comunidades gobernadas por el PSOE que se han descolgado de la subida de impuestos a las rentas altas.
En las seis comunidades citadas se han creado nuevos tramos en el impuesto, con aumentos que llegan hasta cuatro puntos. De esta forma, un contribuyente con ingresos superiores a los 175.000 euros pagará hasta el 49% de su renta en Cataluña, que es la autonomía que más ha subido el tributo, o el 48% en Andalucía, Extremadura o Asturias.
Junto a esta medida y con el mismo objetivo, compensar los sacrificios exigidos a funcionarios y pensionistas y hacer que también los que más tienen paguen más, se ha endurecido la fiscalidad de las «sicav», las sociedades a través de las que las grandes fortunas realizan sus inversiones. Y también la tributación de las prebendas de altos directivos, como las indemnizaciones millonarias por despido, o el cobro de elevados bonus. Así, se ha modificado la fiscalidad de las retribuciones plurianuales fijando un límite de 300.000 euros a los rendimientos a los que se puede aplicar la reducción del 40% por rentas irregulares.
La ley de Presupuestos ha incluido también la eliminación, desde el 1 de enero, de la deducción en el IRPF por adquisición de vivienda habitual para los contribuyentes con ingresos superiores a los 24.170,20 euros. Además se equipara el tratamiento fiscal de la compra y el alquiler, de modo que los ciudadanos con ingresos inferiores a estos 24.170,20 euros podrán deducir un 15% del gasto en alquiler a partir de 2011. Asimismo, se incrementa del 50% al 60% la reducción del rendimiento por arrendamiento de vivienda, de modo que los propietarios de una casa que la pongan en alquiler solo tributarán por el 40% de los ingresos que obtengan. Se rebaja, sin embargo, la edad del arrendatario a efectos de que el propietario pueda aplicarse una reducción del 100%. Pasarán de 35 a 30 años.
Y frente a las subidas fiscales, el Ejecutivo da un ligero respiro a la pequeña empresa. Se reducirá el Impuesto sobre Sociedades para permitir que más entidades de pequeña dimensión puedan beneficiarse del tipo reducido del 25%. Así, el límite de la cifra de negocio se eleva de 8 a 10 millones, y además se aplicarán este tipo a los primeros 300.000 euros de beneficios (hasta ahora 120.000 euros).
También se modifica el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados para declarar exentas las ampliaciones de capital que se realicen en 2011 y 2012 para todas las empresas, tanto pequeñas como grandes y se establece la libertad de amortización también para todas las compañías.
Con sueldos, salarios y pensiones congelados o recortados y, en muchos casos, impuestos más altos, los ciudadanos tendrán que hacer frente en enero a una subida de casi el 10% en la luz, del entorno del 4% en el gas, y muy probablemente, aunque todavía no se sabe exactamente el dato, a un aumento del precio del butano.
Asimismo, se pagará más por viajar en tren, el AVE sube un 2,3% y los trenes de cercanías y de medio recorrido un 3,1%; así como en autobuses y metro. En el caso de Madrid, la subida no afecta al billete sencillo, que continuará costando 1 euro, pero sí sube más del 3%, 30 céntimos, el bono de diez viajes, que pasa de 9 a 9,30 euros. En Barcelona, el transporte público sube una media del 2,91%.
Y aunque así comienza el año no es descartable que a lo largo de 2011 el Gobierno central o los ejecutivos regionales tengan que aprobar más medidas de ajuste para cumplir los objetivos de déficit
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